Los Dinamos

Hoy fui, finalmente, a los Dinamos a satisfacer mi antojo de curado y, de paso, unas quesadillas. Es una de las pocas zonas boscosas que sobreviven en nuestra ciudad, conteniendo el único río vivo de la ciudad: el río Magdalena. Esta área natural se encuentra en las entrañas de La Magdalena Contreras. Es medio complicado explicar cómo llegar; pero, si saben llegar a Av. San Francisco, ahí por Luis Cabrera o a espaldas del Hospital Ángeles del Pedregal, ya no es muy complejo (visiten el plano 121 de la guía Roji para sacarlos de aprietos).

Llegando a los merititos pueblos de la Magdalena, pasando el mercado Benito Juárez y subiendo por una conflictiva calle de doble sentido, llega uno al Camino a los Dinamos de Contreras. En esa conflictiva calle es la primera oportunidad (quizá la mejor de la zona) de conseguir buen pulque y curados. Los fines de semana se ponen un par de puestos en la calle, entre semana hay que buscar las casas donde lo venden. (Ya conozco a un buen dealer de pulque, osea que cuando necesiten...)

Más adelante se llega a La Cañada, una gran explanada donde se queda la mayor parte de los excursionistas a Los Dinamos. Ahí hay un buen número de puestos de quesadillas, paseos a caballo, espacios abiertos para cualquier cosa que la imaginación les invite a hacer... A veces se le conoce como el primer dinamo aunque propiamente no lo sea. Este terreno, dicen, es propiedad privada, aunque por más intentos que han hecho por cerrarlo, venderlo o hacer de él otra cosa, no les ha sido ni les será posible. Es ya un destino típico de fin de semana para mucha gente.

Subiendo por la estrecha carretera se puede llegar al segundo, tercero y hasta cuarto dinamo. Yo casi siempre iba al segundo dinamo cuando mi padre era delegado. Se hizo un gran esfuerzo conjunto con los ejidatarios (¿o son comuneros ahí? en fin, para efectos prácticos es lo mismo) para limpiar el lugar y construir cabañas más amigables con el entorno para los puestos de quesadillas. Después de un par de años los esfuerzos se fueron a la basura y se llenó de puestos con lonas y fue nuevamente un desastre. Hoy no pasé, osea que no me consta que siga igual. Ahora cobran, poco antes de llegar al segundo dinamo, 5 pesos de cuota para subir en auto. Hay algunos letreritos más sofisticados marcando las entradas a cada uno de los dinamos y exponiendo un mapa de los mismos. Con un poco de suerte esas mismas cuotas sirvieron, sirven y servirán para limpiar el lugar.

Pasando el segundo dinamo hay un par de cabañas sobre la carretera. Una es la Cabaña Los Honguitos. Ahí paré. Conozco a Ebeth, una de las señoras que atiende, y es de sabor y limpieza ya constatados anteriormente. Tenía antojo de un curado de cacahuate, aunque resultó que sólo había de jitomate. Preparado con limoncito, valentina y sal sabe bastante bueno. Para acompañar: una quesadilla de pancita y otra de huitlacoche. También tienen conejo los fines de semana, aunque llegué tarde y ya no había.

Poca gente llega más arriba. Fue mi caso en esta ocasión, aunque creo que vale la pena subir hasta el cuarto dinamo para presenciar la vista de la cañada.

Ya de regreso paré por un curado a la conflictiva calle. Apenas te paras frente al puesto te dan a probar de todos los sabores. Probé el de coco, el de beso de novia (piñón, fresa, avena y nuez) y el de cacahuate. Dado que tenía antojo de cacahuate desde un principio fue el que compré, pero los otros dos estaban bastante buenos también. 30 pesos el litro de curado o 12 pesos el natural. Se pueden comprar medios también.

Había bastante gente, aunque no tanta como otros domingos o en semana santa, cuando se deja venir toda la muchedumbre. Por cierto, ISABEL tenía razón, de bajada vi a mucha gente arrojando cadáveres al río. Es un lugar peligrosísimo... Seguro por eso va tanta gente y tantos niños y perros (no es que los niños no sean gente, pero para aclarar), para disimular sus negras intenciones...

Regresaré pronto, seguramente, para visitar el segundo dinamo y para subir al cuarto. Quien guste ir, favor de apuntarse para ser notificado de la fecha y hora. Seguramente será en fin de semana, por ahí de las 10.

Dense una vuelta por unas quesadillas y un curado y a pasear un rato por el bosque. Si alguien escala, hay una pared allá por el tercer o cuarto dinamo. A veces, desde la carretera, se ven algunos puntos de colores escalando a la distancia.