Azul y Oro puede recordarles algo referente a la UNAM, ¿no? Pues bien, en efecto involucra a la máxima casa de estudios. Azul y Oro es el restaurante de Ricardo Muñoz Zurita que originalmente ocupó el espacio de la cafetería ubicada sobre la librería central, frente a la Sala Nezahualcoyotl, y que desde hace algún tiempo abrió una sede alterna frente a la facultad de ingeniería, en el edificio de ingeniería si no me equivoco.
Ricardo Muñoz Zurita es un chef mexicano que llevó a cabo la nada sencilla labor de armar un Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana durante varios años. Como podrán suponer entonces, el restaurante/cafetería involucra a la cocina mexicana.
Uno comienza a maravillarse desde el espacio que ocupa este lugar, dentro del Centro Cultural Universitario, casi frente al futuro Museo Universitario de Arte Contemporáneo. La cafetería en sí es eso: una cafetería. Muy sencilla, sí, pero con una decoración que le da vida y calidez al lugar. Me dio la impresión de guardar ciertas semejanzas agradables con el ahora extinto Águila y Sol.
El menú es de colores vivos, como en mi opinión debiera ser el menú de un restaurante mexicano. No es demasiado extenso pero incluye varios platos que se me antojaron mucho, sobre todo considerando al creador. No puedo hablar sobre estos últimos puesto que sólo fui de pasada a tomar un chocolate caliente en agua y no probé otra cosa (obviamente tendré que regresar proximamente). El chocolate, al menos, estaba delicioso. Un chocolate oaxaqueño tan espeso como lo amerita un chocolate en agua para no resultar aguado y desagradable y con un aroma que permitía distinguir por separado el cacao y el azúcar. Por desgracia no había un par de postres que hubiera podido probar: pay espumoso de mamey o la espuma de guanábana.
Es, sin duda, uno de esos lugares que invitan - casi obligan - a oler y saborear cada bocado estudiando y disfrutando los sabores y aromas naturales de cada ingrediente y la armonía de sus mezclas. Bien merecida tiene su fama este lugar. Les avisaré cuando regrese.
Ricardo Muñoz Zurita es un chef mexicano que llevó a cabo la nada sencilla labor de armar un Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana durante varios años. Como podrán suponer entonces, el restaurante/cafetería involucra a la cocina mexicana.
Uno comienza a maravillarse desde el espacio que ocupa este lugar, dentro del Centro Cultural Universitario, casi frente al futuro Museo Universitario de Arte Contemporáneo. La cafetería en sí es eso: una cafetería. Muy sencilla, sí, pero con una decoración que le da vida y calidez al lugar. Me dio la impresión de guardar ciertas semejanzas agradables con el ahora extinto Águila y Sol.
El menú es de colores vivos, como en mi opinión debiera ser el menú de un restaurante mexicano. No es demasiado extenso pero incluye varios platos que se me antojaron mucho, sobre todo considerando al creador. No puedo hablar sobre estos últimos puesto que sólo fui de pasada a tomar un chocolate caliente en agua y no probé otra cosa (obviamente tendré que regresar proximamente). El chocolate, al menos, estaba delicioso. Un chocolate oaxaqueño tan espeso como lo amerita un chocolate en agua para no resultar aguado y desagradable y con un aroma que permitía distinguir por separado el cacao y el azúcar. Por desgracia no había un par de postres que hubiera podido probar: pay espumoso de mamey o la espuma de guanábana.
Es, sin duda, uno de esos lugares que invitan - casi obligan - a oler y saborear cada bocado estudiando y disfrutando los sabores y aromas naturales de cada ingrediente y la armonía de sus mezclas. Bien merecida tiene su fama este lugar. Les avisaré cuando regrese.
2 comentarios:
Yo un día fui a comer chiles en nogada ahí, y estaban rebuenos. También hay un agua de algo, no me acuerdo de qué... ¿y qué tal la mermeladita de jamaica que dan al principio? ¡¡MMmm!!
Nadie va a comer chiles en nogada ahí... comes algo con más inventiva. jaja, no es cierto. =P
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