Sin ningún letrero que llame la atención del viajero, La Ruta de la Seda lleva casi un año en su actual ubicación. Frente a un pequeño parque, sobre la calle de Pino, tres mesas al aire libre son practicamente toda la capacidad de este lugar.
Bajo el concepto de alimentos orgánicos, este pequeño café ofrece pasteles y panqués imaginativos, como el pastel de té verde o los panqués de fresa y arándano, y algunos más clásicos, aunque poco comunes en la ciudad, como el linzertorte o el pay de nuez y dátil (ya no había ninguno de estos dos). El pastel de té verde y el panqué de arándano están muy buenos, aunque IZ opinó que el sabor del té verde resultaba, después de un rato, un poco cansado. A mi ambos me parecieron deliciosos, más el pastel que el panqué.
También tienen algunas opciones de comida a las que no presté mucha atención dado que acababa de comer casi una pizza entera. Se trata, si no me equivoco, de focaccias, ensaladas y similares. Todo está hecho el mismo día según tengo entendido y algunas de las cosas, como el linzertorte, se acaban rapidamente.
Tienen también algunos tés y café. El café cubano es muy bueno, menos amargo que en otros lugares en que pretenden hacerlo. Algunas flores de té verde rellenas de flores, valga la redundancia.
Un delicioso y económico lugar fuera del concurrido centro de Coyoacán. Sobre la calle de Pino esquina Aurora, la anterior a Presidente Carranza, la siguiente de Dulce Oliva.
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