Caminando por la Condesa, viendo qué encontrábamos abierto, nos topamos con Manola, a un lado del Malafama y Pizza Amore, en la esquina de Michoacán y Tamaulipas. Dudamos un rato si entrar o si mejor ir al billar pero, finalmente, nos ganó el antojo de una cerveza importada.
Abrieron apenas el jueves, sin mayor aviso. Supuestamente, el viernes y el sábado les fue muy bien. La inauguración oficial será el martes a las 9 p.m., por si alguien gusta ir por unos tragos gratis. Tapas y pintxos y cerveza importada son sus principales atractivos. Casi las mismas cervezas importadas que tienen en otros lados, con la grata presencia de la Carolus Cuvee Van de Keizer y de La Chouffe. Pedimos una de las primeras para compartir. Yo pedí, además, unos pulpos a la gallega. No son demasiado picantes ni demasiado salados. Me gustaron mucho y le iban relativamente bien - osea, no le iban mal- a la cerveza.
Los meseros muy amables. Sólo un detalle que tomar en cuenta: el gerente y el dueño son bastante mamones. Pedí permiso, por mera cortesía pues no tendría por qué hacerlo, para tomar un par de fotos del lugar y el letrero y ¡me dijeron que no! No entiendo la razón para decir que no y mucho menos si llevan dos días de abiertos. Tengo sentimientos encontrados pues, definitivamente, podría ser un lugar al que regresara con cierta frecuencia pero preferiría no volver al lugar de personas así. Sí, tienen buenas cervezas pero, ni las hacen ustedes, ni las importan ustedes ni es un lugar único en el D.F. Ojalá se les bajen los humos pronto.
2 comentarios:
ya después de escuchar eso de las fotos, no quedan ganas de ir. yo ya no frecuento ningún lugar donde pidan "consumos mínimos", no te dejen usar el baño si no consumes o te sirvan de mala gana.
Aquí, la verdad, los meseros son bastante amables y no hay consumo mínimo. Desconozco si puedes usar el baño sin consumir. Los únicos mamones son el gerente y el dueño, que pueden pasar inadvertidos la mayoría de las veces.
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