Llegó el turno a los tamales de Pino, en Coyoacán. Casi en la esquina de Pino y Carranza, este lugar lleva un largo tiempo dotando de tamales a los vecinos y a quienes conocen este pequeño lugar. El favorito de muchos de la zona -y uno que otro perdido- quienes saben que hay que llegar temprano para conseguir algo. Pude haberlos calificado como los mejores tamales sin necesidad de probarlos PERO creo que me hubiera equivocado... Tienen un gran sabor, tanto la masa como el relleno -gracias a Nuria probé de rajas, verde y de mole- son muy buenos pero cada vez les ponen menos relleno y más masa. Los de mole eran los que más relleno tenían. La tradición y el sabor los vuelven unos de los tamales que hay que probar pero creo que atravesar la ciudad para buscarlos no valdría la pena. Para este 2 de febrero, además, los pedidos deben ser por anticipado y mínimo de 50 tamales.
A donde dicen que sí vale la pena el viaje es a un pequeño puesto frente al deportivo Plan Sexenal (¿A quién se le ocurren tan grandes nombres?), cerca del metro Popotla. Una mujer rusa, quien decidió venir a vivir a México, modificó la receta quitándole la manteca e incluyendo ingredientes poco comunes, todos vegetarianos. Desde hace diez años elabora tamales que han aparecido en la página de Univisión, en la de Reforma y en Aprendiz de Sibarita. No los he probado pero deben ser una gran opción. Creo que hay pedidos por teléfono, aunque supongo que hay que irlos a recoger: 55773342.
Está también la Feria Latinoamericana del Tamal en el Museo de Culturas Populares en Coyoacán, hasta el lunes, como cada año. Suele ser una gran opción para ir a probar tamales de distintos países y de diferentes estados de la República Mexicana (a veces también ponen una carpa en el estacionamiento del Wal-Mart de Miguel Ángel y Universidad pero este año no sé si esté ahí, en el museo seguro). Mañana me daré una vuelta por ahí a ver qué curiosidades hay este año.
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