jueves, 12 de febrero de 2009

Sud777





Antes que nada, disculpen la falta de buenas imágenes del lugar. Estaba ya oscuro y por primera vez el flash de mi celular no fue suficiente.


Hay quien dice que este es un lugar para posudos que van a ver y ser vistos en el Pedregal. Yo, por el contrario, creo que este restaurante vale enteramente la pena por su comida. A poco más de siete meses de haber abierto y con poca promoción en medios se ha hecho ya de una clientela amplia y asidua. Eso debe tener su porqué. Los fines de semana debe uno hacer reservación forzosamente, salvo que quiera ir únicamente al bistro o al lounge.


La decoración del lugar fue definida por PN como la propia de un "metrosexual contempourbano". A mí me gustó mucho, lleno de madera y lajas, no muy distante de lo que podría ser una casa en el Pedregal. Lo único que me perturbó fue la música y su volumen, más propia del lounge del piso inferior a la de un restaurante. Dificil separarlas teniendo ambos lugares en un mismo espacio pero creo que puede resultar un poco incómodo por momentos.


El menú gusta desde la presentación misma, en piel. Todo se antoja, aunque Edgar Nuñez -a quien no quiero llamar chef pues él mismo dice preferir el término cocinero- nos ahorró trabajo y nos envió algunas entradas, por lo que nosotros sólo tuvimos que elegir el plato fuerte. Croquetas de Jabugo, timbal de atún y aguacate, banderillas de pulpo y unos chipirones rellenos de carne que está por meter en un nuevo menú, fueron los primeros platos en llegar a la mesa. Las croquetas de Jabugo pierden, creo, el sabor del Jabugo. El timbal de atún es una absoluta maravilla. Marinado con aceite de oliva el atún -deliciosa textura- cobra un sabor que sobresale y que se acompaña bien con el aguacate y un toque de tomate verde. Las banderillas de pulpo no se quedaron atrás. Ligeramente chamuscadas, las orillas le daban un amargor sutil que se complementaba con una ligera acidez del pimentón y un cierto dulzor del aceite. Los chipirones en su tinta rellenos de carne están bastante buenos aunque, en mi opinión, le falta un sabor más fuerte al relleno. La cama de arroz con la tinta restante es como para rallar el plato.


Como platos fuertes pedimos el salmón con polenta, el atún en reducción de vino tinto y la hamburguesa. El salmón con polenta es muy bueno, en especial la textura de la polenta con champiñones. El atún... Hace mucho no comía un atún tan rico. Sellado, con reducción de vino tinto y un puré de aguacate, suena sencillo pero en esa sencilleza y gracias al dulzor de la reducción se crece enormemente el atún. La hamburguesa con el dulzor del queso gorgonzola es buenísima. El sabor de las papas que la acompañaban, sin embargo, me recordó al olor del gas butano con que se rellenan los encendedores. ¿El queso espolvoreado, quizás? (Ya me aclararon que se trataba de trufa blanca, que suele dar esos aromas, lo cual en mi ignorancia no detecté.)


Los postres me parecieron buenos sin destacar demasiado. Unas fresas con crema -con un toque de vainilla- con un poco de pimienta que me desconcertó mucho. Una tarta de frutas que no aparecía en el menú pero que IZ vio a la entrada y se empeñó en conseguir. Lo dorado de la galleta -no demasiado dura- contrasta con la frescura del relleno y la fruta. Dejan un buen sabor de boca aunque no son el broche de oro que podrían ser.


Definitivamente hacía falta un lugar así dentro de la escasa oferta gastronómica del sur de la ciudad. Edgar, quien se formó en su paso por distintas cocinas, es un gran cocinero y un amable anfitrión, escapando de la cocina de vez en vez para caminar por el restaurante y platicar con la gente. Es un lugar caro, sí, aunque no tan caro como uno podría pensar. Además, lo vale. Tiene también una tienda con productos que difícilmente se consiguen en otro lugar en la ciudad y una muy buena selección de vinos. Es, sin lugar a dudas, una de las mejores opciones de la zona sur.


Difícil de ver si no se conoce, está en el número 777 de Boulevard de la Luz, pasando Camino a Sta. Teresa y casi llegando a Periférico. Realmente deben ir, desde el desayuno hasta la cena.

5 comentarios:

Carlos Martínez Velázquez dijo...

Me encanta, es de mis lugares favoritos en el Sru, además mi Jefe es socio! las noches más agusto en ese lugar!!! la próxima vez me apunto

Mariana O dijo...

El uso de pimienta con las frutas es sumamente común mi querido Guillermito.... la pimienta ayuda a potenciar el sabor dulce de las frutas, en la competitividad por las papilas gustativas, el sabor fuerte de la pimienta, ayuda a que cuando la fruta entre en contacto directo con la lengua, se perciba todo su esplendor... así es esto.. es como el uso de sal en todo lo dulce.... o viceversa...

Me encantaría que en cada crítica de los platillos, hicieras lo que nos enseñan a los gastrónomos:
1. La Forma del platillo:
1.a.Hablar de en qué viene presentado (si el plato es grande o no lo suficiente, color, forma, etc)
1.b.La temperatura del plato y si es congruente con lo q está servido.. como nos enseñan.. lo frío se sirve frío y lo caliente se Sirve caliente. Muchas veces (la gran mayoría) que es una carne y el plato viene tibio o frío.... Eso es importante...y le quita muchos puntos al lugar.
1.c La conformación del plato es sumamente importante... todos los platos deben de tener altura.... algo que se destaque del resto o que con el recurso de apilar unos elementos, el alimento tome una dimensionalidad no horizontal.
1.d Los colores... los mejores platillos son los que contienen por lo menos 3 colores. Implica que el chef (o cocinero o como gusten) sabe q el impacto del platillo es un 50% visual. Verde, rojo (naranja, amarillo)y el color de la proteína (blanca, café, rosa, naranja, etc)... o el color de alguna salsa en específico.. pero es casi indispensable q un platillo tenga algo verde.. por eso el perejil de vips y el cilantro de sanborns.. nadie los come, pero están cumpliendo con las reglas...
2. El fondo del platillo... Para ti, lo más importante, el sabor.. es por supuesto lo más importante, pero luego reseñas lugares muy de metrosexuales contempourbanos... jajaja.. pues sería maravilloso conocer la forma....
Del sabor, estoy de acuerdo en tu reseña.... lo único es q en una comida, cena, etc.... supuestamente debes ir de menos a más.. el postre debe ser el que cierre totalmente la cena... por eso, cuando pidas algo.. trata de que vaya compensando, o no repetir ingredientes.... y terminar con algo, q pienses q realemente culminará la noche como un éxito rotundo.. y si no pasa.... entonces sí... hacer una reseña más dolosa...

Saludos Emito

Patricio dijo...

OK.

Yo digo que ya empieces a reseñar Tables. Yo te acompaño.

Chef Rouge dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Mariana O, desde la pimienta en las frutas (puedes ver recetas de chefs como Santi Santamaria, donde es lo mas comun) y en cuanto a la critica de platillo si seria bueno si pudieras tocar esos puntos, sobre todo en restaurantes mas formales, obviamente en una taqueria o en una birria la presentacion es lo de menos y el sabor es lo que importa.

Ysusi dijo...

Estimados amigos gastrónomos. Muchas gracias por instruirme un poco más en esto y por sus recomendaciones. Intentaré hacer una crítica un poco más elaborada las próximas veces que visite restaurantes de este tipo. Sin embargo, creo que si cumpliera la crítica paso a paso para cada plato resultaría en un post enorme que poca gente estaría dispuesta a leer. Ya buscaré el justo medio para complacer a ambos. Por lo pronto puedo decir que el Sud777 cumple cabalmente con la mayor parte de los puntos, sólo me queda la duda en cuanto a la temperatura de los platos pues no presté atención a ello.

En cuanto a la pimienta, lo que me desconcertó no fue la presencia del sabor sino de la pimienta entera.