miércoles, 21 de octubre de 2009

El Malayo







Frente la plaza Río de Janeiro, uno de espacios más antiguos, emblematicos y trranquilos de la dcolonia Roma, encontrarás El Malayo, un pequeño restaurante que debes conocer si quieres disfrutar algunos de los sabores más exquisitos de la comida oriental de la capital mexicana, en su versión local.


Un metro debajo del nivel de la calle, escondido detrás de unas rejas blancas, como si no quisiera que los paseantes alteraran su tranquilidad, se extiende un comedor casual y agradable. Parece el resultado de una mezcla entre el aspecto tradicional de un restaurante chino y el porte elegante de las mesas de un bistro. Se combinan sin orden sillas sobriamente pintadas y tapizadas con otras de madera al natural, rectas y sin adornos. Una grupo de espejos opacos y mobiliario ligeramente desvencijado son dos detalles que restan elegancia al lugar.


El menú sorprende por su brevedad. De un lado aparece el conveniente menú del día -compuesto por un par de alternativas de cada uno de sus tres tiempos, más una bebida, por 150 pesos- mientras del otro se encuentran los platillos. Se agradece que la elección no sobrepase las 20 opciones, a diferencia de restaurantes que presentan largas listas que pierden y confunden al comensal.


Picosos y nada excepcionales resultan los dumplings de camarón. Tres saquitos de delgada pasta contienen una mezcla insípida que debe condimentarse con la salsa de soya y jengibre o la de chile que les acompañan. Cualquiera de las dos resulta demasiado picante y desaparece el casi imperceptible sabor del camarón.


La sopa Tom Yum reivindica al lugar. Un sencillo caldo de mariscos con limón y chile desconcierta a la primera cucharada por su sabor agridulce y saturado con limón pero, luego de unos segundos, esa sensación se transforma en un placer efervescente, donde los sabores saltan exigiendo tu deleite.


Ordenar la anguila es apostar sin riesgos. Su incomparable sabor, terroso y dulce, es bienvenido por la lengua, que lo abraza esperando que no escape. Aquí se sirve con un poco de salsa dulce y aguacate sobre una galletita, ingredientes que rebajan un poco su intensidad.


La crème brûlée de te limón provoca que, aunque quedes satisfecho, anheles una cucharada más. La tapa de caramelo es demasiado oscura y la crema ha perdido firmeza, aunque ésta tiene un sabor fresco que enamora paladares.


Hay algunas bebidas exóticas, como martinis o mojitos de sabores. El de coco sabe a piña colada, por lo que te recomiendo pedir algo más.


El mayor defecto de este lugar son los precios. Los tres pequeñísimos dumplings de camarón cuestan 95 pesos, la sopa –la de mejor relación precio-tamaño- ronda los 120 pesos y la anguila, suficiente para dos pequeños bocados, sumará 150 pesos a tu cuenta. La sopa y la anguila lo valen, los dumplings no.


Todos estos platos –salvo la crème brûlée- son entradas, lo cual explica el tamaño de sus porciones. Según me enteré después, el pulpo braseado en sake -que se me antojó desde el principio- viene muy bien servido, sabe delicioso y el precio oscila en el mismo rango que el de las entradas.


Cuando visites El Malayo, no te dolerá gastar tus ahorros en sus sabrosas creaciones.


5 comentarios:

Mariana O dijo...

Me gusta la nueva modalidad de crítica.... narrativa mucho más ágil.... hacía un rato q no leía el blog, y me gusta que hay nuevos lugares y la crítica es mucho más completa!!!! si encuentro algún buen restaurante para sugerir.... te pasaré el dato...
Por cierto.. q vino chileno tiene sabor a Lychee????

Ysusi dijo...

Grata sorpresa ver tu comentario.

Chileno no sé. El Urban Uco Torrontés, argentino, sabe a lychee.

Nallely Ortigoza dijo...

Llegué!

Se me antojó la sopa, pero muero por probar la crème brûlée té limón!! se me hizo súper exótica!
No me parecía tan buen restaurante, pero si dices que no me dará dolor pagar, lo intentaré próximamente, jaja

Mariana O dijo...

Sí!! resultó ser un Torrontés.. que pedí por descuido en un restaurante y el golpazo de lychee!!! maravilloso!!!
Acabo de ir al Primo Bacio en Emilio Castelar... la verdad probé una serie de varias cosas promedio... no mal.. pero... tampoco una maravilla.. deberías de ir y quiero ver otro punto de vista crítico....
Ja.. Nalle Ortigoza!! q hace usted por aquí??? q gustooooooooooo les mando un beso a los dos.. y sigan escribiendo!!!!!!

Nallely Ortigoza dijo...

Mariana!! ayer que comenté no me di cuenta que "Mariana O" eres tú, jajaja
De aquí me muevo a leer tu blog, beso!
El vino sabor a lychee me tiene intrigada, lo necesito ya!