Hoy, por primera vez durante las visitas que conciernen a este blog, visité un lugar no "por el puro gusto". Sí hay, de cierta forma, algún gusto implícito, aunque no fue la razón principal de la visita.
Hay para quien el Día de Muertos no significa nada fuera del pan mantecoso y azucarado, los altares, las flores amarillas y/o los disfraces jalogüinescos que preceden y flanquean esta fecha. Hay a quien le despierta curiosidad ir a un panteón en este día simplemente para ver. Yo desde niño acompañaba a mi padre a visitar la tumba de mi abuelo, por lo que no me resulta algo fuera de lo habitual.
El Panteón Español debe haberse fundado por la Sociedad de Beneficencia Española a finales del siglo XIX y terminado (en su primera etapa) a principios del s. XX en un estilo que, no sé si atinadamente o no, me recuerda las construcciones de la época porfirista. Claramente no es el lugar ideal o característico de estas celebraciones, para ello habría que ir a Mixquic, en Tlahuac.
No son las pequeñas tumbas clásicas de un panteón civil sino, más bien, edificaciones más complejas y adornadas, pero un panteón a fin de cuentas. Siempre las fiestas de pueblo o las tradiciones en los mismos serán más llamativas y coloridas, pero se reproducen de manera similar en otros sitios. Flores, rezos, llantos, risas, música... de todo hay en los panteones y calles aledañas en este día. Claro que los precios de las flores aumentan, aunque también se ponen los puestos de gorditas (esas masitas de maíz cocidas en el anafre que huelen delicioso) y una que otra curiosidad.
Hace algunos años me daba una flojera inmensa ir hasta allá y soportar el asqueroso tránsito que se forma en la zona de panteones para acompañar a mi padre. Ésta es la segunda ocasión que no lo acompaño, por lo que acudo con más gusto que antes. No puedo decir que sea "por el puro gusto", pero algo hay de eso.
Hay para quien el Día de Muertos no significa nada fuera del pan mantecoso y azucarado, los altares, las flores amarillas y/o los disfraces jalogüinescos que preceden y flanquean esta fecha. Hay a quien le despierta curiosidad ir a un panteón en este día simplemente para ver. Yo desde niño acompañaba a mi padre a visitar la tumba de mi abuelo, por lo que no me resulta algo fuera de lo habitual.
El Panteón Español debe haberse fundado por la Sociedad de Beneficencia Española a finales del siglo XIX y terminado (en su primera etapa) a principios del s. XX en un estilo que, no sé si atinadamente o no, me recuerda las construcciones de la época porfirista. Claramente no es el lugar ideal o característico de estas celebraciones, para ello habría que ir a Mixquic, en Tlahuac.
No son las pequeñas tumbas clásicas de un panteón civil sino, más bien, edificaciones más complejas y adornadas, pero un panteón a fin de cuentas. Siempre las fiestas de pueblo o las tradiciones en los mismos serán más llamativas y coloridas, pero se reproducen de manera similar en otros sitios. Flores, rezos, llantos, risas, música... de todo hay en los panteones y calles aledañas en este día. Claro que los precios de las flores aumentan, aunque también se ponen los puestos de gorditas (esas masitas de maíz cocidas en el anafre que huelen delicioso) y una que otra curiosidad.
Hace algunos años me daba una flojera inmensa ir hasta allá y soportar el asqueroso tránsito que se forma en la zona de panteones para acompañar a mi padre. Ésta es la segunda ocasión que no lo acompaño, por lo que acudo con más gusto que antes. No puedo decir que sea "por el puro gusto", pero algo hay de eso.
6 comentarios:
los puestos de gorditas huelen horrible...
no, las gordas huelen horrible, las gorditas de maíz huelen riquísimo... ja
Depende de con que gordas te lleves. Hay unas que huelen (y están) muy bien.
hay unas que huelen bien, de eso a que estén... creo que son un par de conceptos que chocan...
Ja, me acrodé de las gordas negras de veracruz, que tantas veces les ofrecieron y tan gustosamente ustedes aceptaron.
no, yo no recuerdo que alguien (puede que miguel sí, o cacho) haya aceptado ni las gordas negras picadas ni las dulces, todos las despreciaron... pobres
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