El Gran Café de la Parroquia es una institución en el cuatro veces heroico puerto de Veracruz. Cada que uno se da una vuelta está lleno y tiene que esperar para que se desocupe una mesa. Tiene cierto aire de café europeo debido, quizás, a que fue fundado por un catalán a principios de 1800. Después de ello ha cambiado de dueños pero conserva un encanto indescriptible.
Hace poco más de un año abrieron una sucursal en Insurgentes, frente a la estación de metrobus El Olivo. Decidimos ir a ver si era equiparable al original.
A eso de las 6 p.m. estaba casi vacío. Las únicas personas que estaban ahí eran oficinistas comiendo. El ambiente es más cercano al de un vips que al de La Parroquia. Le falta calidez al lugar, por eso mismo le falta gente y sin la gente pierde todo.
Tienen, sin embargo, bombas con frijoles. Se trata de conchas partidas a la mitad con frijoles encima. Suena grotesco, lo sé, pero las adoro desde la primera vez que fui a Veracruz en mi infancia. Aquí son tan buenas como las recordaba. Tienen champolas, otro de los atractivos principales de veracruz, una especie de malteada con helado de fruta y fruta. Nunca las tomé allá en La Parroquia sino en otro pequeño local. Aquí no tienen la champola de mamey que es la que acostumbro pedir cuando voy allá. La de guanábana está buena, a secas. Lo que más escucha uno en aquél café es el ruido de las cucharas chocando contra los grandes vasos pidiendo más café: lechero. Toda una tradición beber esos lecheros que sirven levantando la jarra metálica lo más posible dejando precipitar la leche vertiginosamente sobre el vaso.
El ambiente puede llegar a ser un poco deprimente si uno va solo. A pesar de ello vale la pena ir por una bomba y un lechero, ambos deliciosos.
2 comentarios:
Sólo fui una vez al Café de la Parroquia en Veracruz, hace ya muuuuchos años, y sí todo es delicioso allí!! su café muy bueno!!
Que envidia que en el DF hay una sucursal... ojalá y se les prenda el foco y pongan en más ciudades! :)
Saludos!
Pues siempre se puede comprar una franquicia de esa parroquia...
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